Somos la sociedad del conocimiento en un mundo digital lleno de datos que representan nuestros intereses, ilusiones y pensamientos. Necesitamos estar conectados a internet y ofrecer servicios en red, así somos más transparentes, útiles, efectivos y rápidos para resolver los retos de cada día en nuestros negocios. Pero al igual que la digitalización nos aporta beneficios, también nos hace más vulnerables si no nos protegemos como es debido.
Todos conocemos ataques mediáticos a grandes empresas, pero cada vez más las pequeñas y medianas empresas son el objetivo de los hackers malos ya que son más fáciles de penetrar y es más posible que caigan a un chantaje para salvar la empresa. De hecho, está demostrado que el 90% de las empresas que sufren un ataque informático deben cerrar en menos de un año (¡o pagar grandes cantidades de dinero a los ladrones para recuperar toda la información, aquí el chantaje!).
Para evitar esto, ¿qué hay que hacer? Primero analizar nuestras vulnerabilidades y después tomar medidas de protección eficientes y en permanente actualización. Esto conlleva un cierto análisis, unas políticas de seguridad, formación (procedimientos), y unas pequeñas intervenciones técnicas a los equipos para garantizar la máxima protección de aquellos datos.
Con ello evitaremos el 100% de los incidentes? No, ya que los conocimientos y las técnicas avanzan mucho y muy rápido, pero pondremos el listón muy alto para evitarlo. Eso sí, evitaremos la pérdida de información y sabremos al 100% de donde han venido los incidentes. Por tanto, no sólo aplicamos tecnología y procedimientos, si no la disuasión a los malos. Y esto no vale tanto dinero como crees. ¡Consúltanos!
